lunes, 15 de julio de 2013

"Tangentópolis" en España



¿Es que no hay forma de evitar que tantos sinvergüenzas intenten vivir de la gente decente?

Esto nos pasa por fiarnos de medios días habiendo días enteros.  Nos comen el coco por los sentimientos o ¿será que los sentimientos nos comen el coco?


Señor…. Cuándo aprenderemos!!!!



TANGENTÓPOLIS' EN ESPAÑA

Carlos Alberto Montaner

 

En Milán, hace unos veinte años, una señora furiosa porque su exmarido le había rebajado la pensión alimenticia cambió la historia política de Italia. Entró de madrugada en la oficina del excónyuge en busca de pruebas de sus ingresos reales para presentarlas a los tribunales y encontró rastros de cuentas en Suiza por un par de millones de dólares.
El personaje se llamaba Mario Chiesa. Era ingeniero y dirigía algo así como un pequeño hogar para ancianos. Pertenecía al Partido Socialista Italiano y ese dinero era parte de las coimas que recibía de unos empresarios que le pagaban comisiones en efectivo y que iban a parar a las arcas del partido y a los bolsillos del funcionario corrupto.
Era la punta del iceberg. Como si se tratara de una excavación arqueológica en el reino de la inmundicia, comenzaba a emerger Tangentópolis, una secreta ciudad de trampas y extorsiones que existía bajo la superficie de la bella y vibrante Milán. Tangente es como le llaman los italianos a la coima, el dinero con que los empresarios corruptos untan a los políticos o funcionarios que pueden favorecerlos con contratos o eliminarles engorrosas trabas burocráticas.
Mario Chiesa, el Señor 10%, fue a parar a la cárcel por varios años, pero, como en la historia bíblica de Sansón y los filisteos, cuando su jefe, Bettino Craxi, lo llamó "pequeño maleante", derribó el templo con amigos y enemigos dentro y aquí nos morimos todos.
Y así fue. Actuó la Justicia italiana, capitaneada por Antonio Di Pietro, y se hizo evidente lo que todos sospechaban: los partidos políticos estaban podridos por la corrupción. Los que pertenecían al arco democrático enriquecían a sus dirigentes y se financiaban por medio de las tangentes, mientras el partido comunista italiano, el mayor de Europa, lo hacía, también ilegalmente, con los negocios que facilitaba la Unión Soviética.
El episodio se saldó con doce suicidios, cientos de presos y la disolución de todas las grandes estructuras políticas surgidas en Italia tras la Segunda Guerra Mundial. La Democracia Cristiana, los socialistas, los liberales, los comunistas, todos tuvieron que reinventarse, dando paso a caras nuevas, a veces, incluso, menos recomendables, como la de Silvio Berlusconi.
Traigo a colación esta vieja historia porque España puede estar en trance de repetirla.  Los socialistas andaluces y el Partido Popular que hoy gobierna el país están bajo la lupa de la justicia por casos sistémicos de corrupción.
Subrayo lo de sistémico porque, de ser ciertas las alegaciones aparecidas en la prensa (algo que niegan las cúpulas de ambas formaciones), no se trata de la anécdota aislada de un funcionario inescrupuloso que recibe dinero por debajo de la mesa a cambio de favores, sino de una práctica masiva y continuada a lo largo de los años, en la que están involucrados cientos de personas relevantes de ambos partidos.
En realidad, la financiación de los partidos políticos durante la transición española a la democracia se hizo ilegalmente, mientras todos pretendían ignorarlo. Era frecuente que los bancos y otras grandes empresas disfrazaran sus donaciones, que eran verdaderas coimas, simulando que pagaban por estudios puntuales sobre cualquier cosa.
Naturalmente, lo hacían –como sucedía en Tangentópolis– a cambio de favores, la concesión de obras públicas y la aprobación de medidas legislativas. No regalaban su dinero: lo invertían para sacarle provecho en el futuro, vulnerando el sistema de competencia y méritos que prometía la Constitución.
Posteriormente se aprobó una generosa ley de financiamiento de los partidos políticos, pero ya estas instituciones se habían acostumbrado al secreto contubernio con los empresarios a todos los niveles. Los negocios jugosos no sólo se hacían en las capitales de las grandes autonomías: algunos alcaldes y concejales de pueblos pequeños también vendían sus favores e influencias.
Esperanza Aguirre, la expresidenta de la Comunidad de Madrid y cara limpia del Partido Popular en esa zona de España, ha pedido a su grupo político que asuma sus responsabilidades y colabore con la Justicia.
Ojalá le hagan caso. Si hay culpa, el momento no es de cavar trincheras y defenderse corporativamente, sino de ofrecer disculpas, colocarse bajo la autoridad de la ley y rectificar. De lo contrario, el vendaval puede barrerlos de la historia. Como sucedió en Tangentópolis.

jueves, 11 de julio de 2013

Marmitako de bonito



Esta es una muy buena receta, tanto para el invierno como para el verano, porque es fácil de hacer y con un solo plato tienes la comida resuelta.
Animaos y veréis cómo os agradecerán que lo hayáis hecho.







Marmitako de bonito

  • Tiempo: De 40 a 60 min
  • Dificultad: Media
  • Categoría:
  • Número de Comensales: 4


Ingredientes:

·        200 g de bonito fresco troceado
• 400 g de patatas naturales cortadas en cachelos
• 1 cebolla,  1 pimiento verde y rojo pequeños cortados en brunoise • 2 dientes de ajo picado
• 1 ramillete de perejil fresco picado
• 1 hoja de laurel • 1 cucharada sopera de pimentón dulce
• 200 ml de vino blanco
• 100 ml de tomate frito
• sal
• unas hebras de azafrán
• aceite de oliva.

Elaboración:
Ponemos una cacerola al fuego con aceite de oliva junto con el ajo, los pimientos y la cebolla, rehogamos durante unos minutos, incorporamos la patata, el perejil, el laurel y el vino blanco, reducimos y rehogamos con el pimentón y el tomate. 

Cubrimos de agua, sazonamos y aromatizamos con el azafrán, dejamos cocer a fuego lento hasta que la patata quede tierna. Añadimos el bonito y a los 5 minutos servimos.

martes, 9 de julio de 2013

Francisco llora por los inmigrantes




¿Seremos capaces ver  el drama que representa para esta pobre gente el buscar una vida mejor???  Con que facilidad olvidamos sus fatigas y penurias y cerramos nuestros corazones a sus necesidades.
Malditos gobernantes que llevan, por su codicia, a tanta gente a vivir mejor dicho morir por tener una oportunidad de vivir decentemente.






Francisco llora por los inmigrantes

  • Llega la isla por la que entran a Italia la mayoría de los 'sin papeles'
  • Lanzará una corona de flores al mar y se reunirá con inmigrantes
  • Una barcaza con 166 inmigrantes a bordo llega a Lampedusa
Francisco, el Papa de los pobres y de los desfavorecidos, ha llegado al epicentro de una de las más terribles tragedias de nuestra era, al lugar donde se calcula que en los últimos 20 años han perdido la vida 25.000 desesperados que trataban de llegar a Europa en pateras, botes, cayucos... Francisco pisa la isla siciliana de Lampedusa, el símbolo de la guerra por la supervivencia en la que muchos inmigrantes se dejan la vida.
Francisco ha dado amplias muestras de que el protocolo es lo que menos le preocupa y de que está dispuesto a romper moldes y convenciones con tal de estar junto a los que más sufren. Y con este viaje, el primero que realiza desde que hace casi cuatro meses fuera elegido Papa, no ha hecho ninguna excepción. El que el primer desplazamiento de Francisco fuera de Roma sea para rezar y llorar por aquellos inmigrantes que han muerto huyendo de la pobreza, del hambre, de las guerras, de la persecución... es un importante toque de atención sobre un drama con el que por desgracia nos hemos habituado a convivir.
De hecho, el Papa decidió viajar a Lampedusa tras quedar impactado por un naufragio ocurrido en aguas de esa isla el pasado 16 de junio, cuando en medio de la indiferencia general una decena de inmigrantes murieron ahogados tras intentar desesperadamente salvarse agarrándose a una red para pescar atunes.
"El Papa Francisco, profundamente conmovido por del reciente naufragio de una embarcación que transportaba inmigrantes procedentes de África, la última de una serie de análogas tragedias, pretende rezar por aquellos que han perdido la vida en el mar, visitar a los supervivientes y animar a los habitantes de la isla a cumplir cada uno con su responsabilidad para que se atienda a estos hermanos y hermanas en extrema necesidad", informaba hace justo una semana la Santa Sede al anunciar el viaje del Pontífice a Lampedusa, donde viven unas 5.400 personas y donde en los seis primeros meses de este año han desembarcado 3.648 inmigrantes extracomunitarios.

Primer Papa en Lampedusa 

 

Francisco es el primer Papa en poner el pie en Lampedusa, la isla en la que desembarcan la mayoría de los inmigrantes que llegan a Italia y que se encuentra a unos 100 kilómetros al este de la costa de Túnez.

No es sólo que el Papa haya organizado su primer viaje sin consultar con la Secretaria de Estado Vaticana. Es que además ha pedido que su visita a Lampedusa se desarrolle "de la forma más discreta posible". Es decir: sin un séquito de obispos, cardenales y autoridades. El Papa ha pedido expresamente que no haya "presencia" de políticos y de representantes institucionales, sólo de las autoridades locales.
El avión de Francisco partió a las 8.00 de la mañana de este lunes del aeropuerto de Ciampino, a las afueras de Roma, sin ningún ceremonial, sin alfombra roja. El vuelo ha llegado a Lampedusa a las 9.15 horas. Directamente desde el aeropuerto el Papa se ha trasladado (en un jeep descapotable normal y corriente que ha puesto a su disposición un turista de Milán, nada de 'papamovil') a la cala Pisana, donde ha embarcado en una de las patrulleras de la guardia costera italiana que se dedica a vigilar esa aguas, acompañado por barcos de pesca.

 Flores al mar
Allí, en medio del mar, a las puertas de Europa, el Papa ha lanzado al agua una corona de flores en memoria de todos aquellos inmigrantes que han perdido la vida tratando de hacer realidad el sueño de una vida mejor.
Posteriormente entrará en Lampedusa a través de Punta Favarolo, el lugar por el que acceden a la isla aquellos que no perecen en el intento. Allí Bergoglio, nacido en Buenos Aires e hijo de inmigrantes italianos, se reunirá con cerca de un centenar de inmigrantes.
Precisamente, esta mañana una barcaza con 166 indocumentados a bordo ha llegado poco después de las 8.00 al puerto de la isla italiana de Lampedusa, coincidiendo prácticamente con la llegada de Francisco. La embarcación navegaba con dificultad a pocas millas de la costa hasta que fue llevada al puerto de la localidad Punta Favarolo por la Guardia di Finanza.
Los inmigrantes que sobreviven a la durísima travesía y consiguen alcanzar Lampedusa, pasan a un centro de acogida donde pueden estar hasta 18 meses internados, generalmente hacinados y en unas condiciones que son objeto constante de denuncias por parte de las asociaciones de derechos humanos. La mayoría acaban siendo expulsados de Italia, incluidos aquellos que tienen hijos menores viviendo en el país.
El de Francisco será un viaje relámpago -tan sólo estará tres horas y media en Lampedusa- pero de gran intensidad. "El hecho de que haya elegido Lampedusa para su primer viaje demuestra una sensibilidad fuera de lo común, la de un Papa humano", ha destacado el alcalde de la isla, Giusi Nicolini.