viernes, 30 de noviembre de 2012

Generosidad policial al calor del espíritu navideño



Hasta que uno no sienta la verdadera alegría de Navidad, no existe. Todo lo demás es apariencia (muchos adornos). Porque no son los adornos, no es la nieve, no es el árbol, ni la chimenea. La Navidad es el calor que envuelve el corazón de las personas, la generosidad de compartirla con otros y la esperanza de seguir adelante.








Acaba de llegar esta noticia a mis ojos y no puedo por menos que compartirla con vosotr@s.
Ya sé que es posible que el corazón se ponga más blandito en Navidad pero, aunque solo sea por eso, bien merece la pena que pensemos en los que no tienen nada.  ¡Devolvámosles parte de lo que es de ellos también!


Un policía de Nueva York compra unas botas a un indigente descalzo -  Su nombre es Larry DePrimo




En una ciudad en la que el tráfico humano no permite detenerse a contemplar el paisaje, es complicado que a alguien se le ocurra bajar la mirada a la altura de el suelo. La noche del 14 de noviembre, en mitad de ese tumulto, el oficial de la policía de Nueva York, Larry DePrimo, vio a un hombre que, además no tener cobijo, tenía los pies desnudos.
El agente se acercó a él y le ofreció un par de zapatos y de calcetines con los que poder protegerse del frió del invierno. El momento fue inmortalizado por una turista de Arizona -a la que sorprendió el gesto del policía- y colgado en Facebook a través de la página del departamento.
La instantánea que retrata la cara más humana de las fuerzas del orden ha sido compartida en casi 400.000 ocasiones por los internautas.
Según recoge el portal de noticias 'Newsday', DePrimo, de 25 años, ha explicado que él mismo llevaba puestos "dos pares de calcetines de invierno y un par de botas reglamentarias y tenía frío", haciendo ver que el hombre con los pies descalzos -al que encontró en la Séptima Avenida a la altura de la calle 44-, debía estar helado.
DePrimo se acercó a la tienda de Skechers y empleó los 75 dólares que llevaba encima en comprar unos calcetines térmicos y unas botas de invierno. A continuación, desanduvo el camino y le dio el regalo adelantado de Navidad al mendigo. Al ver que tenía dificultades para moverse, le puso él mismo los calcetines y las botas.
El agente, que lleva tres años en el cuerpo, asegura que cuando le ofreció las botas al indigente le dijo que "nunca había tenido un par de zapatos". "Me sonrió de oreja a oreja", explica DePrimo, "fue como si le hubiera dado un millón de dólares". Le preguntó si quería una taza de café y él cortésmente declinó el ofrecimiento.
Un recordatorio
Jennifer Foster, autora de la foto, describe en Facebook la escena dirigiéndose al Departamento de Policía de Nueva York: "Justo cuando me iba a acercar, uno de sus oficiales apareció por detrás. El oficial dijo: 'Tengo estas botas de la talla 12 para usted, son para todo tipo de clima. Vamos a ponérselas y cuídese'. El oficial se agachó y procedió a ponerle los calcetines y las botas al hombre. No esperó NADA a cambio y no notó que yo estaba mirando".
Foster, ha sido a su vez, policía durante 17 años y asegura que nunca le "ha impresionado nada tanto". Para ella, el gesto de DePrimo es "un recordatorio" de la razón por la que se es policía.
Por su parte, DePrimo, se fue a casa sin saber la impresión que había causado. Mientras se preparaba la cena, DePrimo recibió un mensaje de un amigo hablándole de la foto. "Estaba totalmente conmocionado".


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